«Es muy importante trabajar el impacto de lo que va a suponer tener una cardiopatía y el acompañamiento posterior en la adaptación que vaya necesitando el niño o la niña, aceptar la situación que tengo y cómo me adapto, y sobre todo entender quién soy.»
Esta es una de las reflexiones que Àngels Estévez, psicóloga de AACIC, ofreció el jueves 28 de octubre en la mesa de debate «La incertidumbre de crecer con una cardiopatía congénita» que organizó Cardioalianza dentro de su VII Congreso de Pacientes con Enfermedades Cardiovasculares.
Àngels, junto con el Dr. José Miguel Galdeano, jefe de cardiología infantil del Hospital Universitario Cruces de Bilbao, y Victoria Sanz, paciente y socia de la Fundación Menudos Corazones, hablaron sobre la aceptación de la nueva situación ante el diagnóstico de una enfermedad crónica, de los problemas de estigmatización y la poca visibilidad social de las cardiopatías, de la transición de la unidad pediátrica a la unidad del adulto, de las posibles barreras que se pueden encontrar los jóvenes en el ámbito laboral…
«La cardiopatía congénita será un componente más de este niño o niña. No será el centro de su vida. Sí que lo condicionará en muchos aspectos, pero la patología es solo una parte de su vida.»
«Tenemos que incluir el adolescente en sus decisiones. Enseñarle a ser responsable y a ser parte activa. Es muy importante que los doctores se dirijan a él.»