Actualidad y experiencias

Gala del corazón fuerte

«(…) nunca olvidaremos aquella primera sonrisa, fue como volver a nacer. Nos vamos a casa, poco a poco se va recuperando, vamos a las revisiones y todo está bien». La historia de la Gala, Hugo y Gisela.

Una niña redondita y de mirada intensa llegó a nuestras vidas un 9 de enero de 2015 para revolucionarla del todo. A las pocas horas de nacer algo no iba bien, la auscultación cardíaca de la Gala no era normal… nos recomiendan hacerle una ecografía del corazón.

Al día siguiente vamos a Vall d’Hebron y allí nos confirman que Gala tiene una Tetralogía de Fallot… ¿Cómo? ¿Qué? ¿Una cardiopatía? Operar? ¿A corazón abierto? ¿Nuestra hija? ¿Por qué? ¿Por qué ella?

La incertidumbre y el miedo nos invade… las semanas van pasando, vamos haciendo visitas al cardiólogo… todo se mantiene estable…

A los 3 meses Gala ya no se encuentra bien: hace episodios cianóticos cuando llora, se queda azul y como mareada. Pasamos por situaciones muy intensas, duras, situaciones límite… pero nuestra hija nos hace seguir, sin pensar, sin parar, sin mirar atrás… sólo seguir y seguir; los hijos te enseñan estas cosas, a no retroceder.

A los 6 meses nos dicen que han de operar a Gala… el 2 de julio la operan. Una cirugía de 5 horas, a corazón abierto… Un momento muy difícil, dejar nuestra hija en quirófano, sola… sin saber si la volveríamos a ver. Esperamos, desesperamos, nos llaman; la cirugía ha sido todo un éxito, ahora a ser cautelosos y esperar el post operatorio.

A los pocos días Gala ya come, ríe, nunca olvidaremos aquella primera sonrisa, fue como volver a nacer. Nos vamos a casa, poco a poco se va recuperando, vamos a las revisiones y todo está bien.

El tiempo pasa y ya hace 2 años que la operaron. Ella corre, salta, ríe y es feliz. Tú, Gala eres nuestro ejemplo de vida, de fuerza, de ganas de vivir. Tú nos has cambiado, nos has hecho el corazón más fuerte, más valientes, más agradecidos y conscientes del mundo que nos rodea.

Este fin de semana nos hemos casado y no podíamos no colaborar con AACIC que tanto hace por los niños con cardiopatías como nuestra hija. Ellos de forma altruista nos visitaron en el hospital para preguntarnos cómo estaba Gala, pero sobre todo como estábamos nosotros, los voluntarios también son padres con hijos con una cardiopatía… el que nos sorprendió y reconfortó. Por eso dimos a los invitados una tarjeta donde explicaba que el dinero de sus obsequios iría destinado a la asociación.

Queremos inculcarle a Gala el amor por los demás, a ser agradecida y consciente de lo que ha pasado y lo que pasan otros niños. Ha sido un camino duro, tortuoso, pero aquí estamos. No sabemos que nos deparará la vida ni que nos tiene preparado, lo que si sabemos es que, sea lo que sea, lo afrontaremos juntos y con el corazón más fuerte que antes y como tú nos has enseñado Gala a aferrarnos con fuerza a la vida ya que, sin duda, vale la pena vivirla.

 

Gisela, Hugo y Gala

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