Editorial

«Si cierro los ojos y pienso en mi futuro, me veo en una asociación como AACIC, ayudando niños con algún tipo de dificultad, porque es lo que me hubiera gustado a mí de pequeña»

Sandra Puigròs es estudiante de Pedagogía. Sandra y tres compañeros de la Universidad de Barcelona, Núria Galaso, Laia Montiel y Alfonso del Rio, hicieron las prácticas en AACIC. Trabajaron en el hospital, aprendieron cómo funciona la organización general de la entidad y también participaron en el encuentro anual de AACIC organizando una gincana. Lo prepararon todo: mapas para cada equipo, una serie de pruebas y una sorpresa final con un mural inmenso lleno buenos deseos de todos los participantes del encuentro. Los que fuisteis, seguro que lo recordáis.

¿Cómo te enteraste que AACIC buscaba voluntarios?

Pues, precisamente, estaba haciendo las prácticas de Pedagogía en AACIC, en el Servicio de Apoyo a las Escuelas. Al finalizar las prácticas, tienes que entregar la memoria de un proyecto pedagógico que hayas hecho y propuse, como proyecto final, el Encuentro de Familias, Niños y Jóvenes de AACIC.

Vosotros sois estudiantes. Hay jóvenes en AACIC que se están planteando si quieren estudiar u orientarse hacia un trabajo.

Personalmente, les aconsejaría que siguieran estudiando porque, tal como están las cosas hoy en día, es mejor asegurarse un buen futuro que empezar a trabajar. Además, hay mil caminos para estudiar, hacer Bachillerato, ciclos formativos, etc.

Antes de colaborar con AACIC, ¿conocías o habías conocido a alguien con una cardiopatía congénita?

Una de las causas principales que me motivaron a hacer las prácticas en una entidad como AACIC, fue el hecho de que quería conocer personas como yo, porque yo también soy una persona con una cardiopatía congénita. Para mí ha sido muy gratificante poder aportar parte de mis experiencias personales para poder ayudar a otros niños, niñas y jóvenes como yo.

¿Tienes que elegir los estudios porqué te gustan o para encontrar trabajo? ¿Crees que sería una frustración que después de haber estudiado cuatro años tengas que trabajar en un campo que no tiene nada que ver con lo que has estudiado?

Cuando te pones a estudiar, un requisito primordial es que te guste y te motive, de esta manera siempre querrás saber más y estarás implicado al 100%. Después, una vez has terminado los estudios, cuesta encontrar trabajo de lo que has estado estudiando, pero con el paso del tiempo, siempre surgen oportunidades que no se pueden dejar escapar. Si estudias lo que no te gusta, pero que sabes que en aquello habrá trabajo, sí, muy bien, encontrarás trabajo enseguida, pero vivirás amargado cada día, trabajando en algo que no te hace sentir completo.

Con independencia de que los estudios te capaciten para una profesión, ¿piensas que te habrán servido para algo más?

Sí, los estudios te aportan el conocimiento académico, personal y vivencial pero, además, vas desarrollando las competencias características de cada profesión.

¿Si todo marcha sin excesivos tropiezos como te ves dentro de diez o quince años?

Realmente me gusta mucho lo que he estudiado, porque me abre un abanico muy amplio de posibilidades, y si cierro los ojos y pienso en mi futuro, me veo en una asociación como AACIC, ayudando niños con algún tipo de dificultad, porque es lo que me hubiera gustado a mí de pequeña.

A menudo, el retrato robot de la juventud es más negativo que no positivo. Sabemos que estos retratos no son toda la realidad. ¿Qué les pasa a los jóvenes del «botellón»?

Cada generación se ha caracterizado por algo, la generación actual comienza más pronto a experimentar y probar cosas más propias de adultos. La razón, no la sabría decir, pero esto quizás se debe a que hoy en día somos más permisivos y se está estableciendo una sociedad nueva, más informada y actualizada, abierta a los medios de comunicación.

Oímos decir que los adultos nos tendremos que reciclar más a menudo para adaptarnos a nuevos trabajos, y que esto puede significar tener que volver a estudiar cuando lo dejamos hace ya mucho. ¿Cómo piensas que los adultos, con preocupaciones y dificultades, deberían o pueden afrontar la vuelta a las aulas?

Hoy en día, hay un montón de posibilidades, desde hacer cursos por Internet, cursos presenciales, carreras, centros de educación de adultos, etc., que podemos adaptar perfectamente a nuestras vidas y, sobre todo, a nuestros horarios. Respecto al hecho de que hace años que dejasteis de estudiar, no es ninguna excusa, todo el mundo puede, y la educación es un proceso que dura toda la vida y se vive en todos los ámbitos.

¿Son los maestros los que deben motivar a los alumnos o los alumnos que tienen que ir motivados en la escuela?

Es un proceso recíproco, un buen maestro es el que conoce sus alumnos y que aplica las técnicas de aprendizaje más adecuadas a cada niño/a. Si los alumnos lo perciben, irán más motivados porque avanzarán con mayor rapidez.

¿Cuál es el último regalo que te has hecho a ti misma? ¿Nos puedes explicar el motivo?

Un viaje a Disneyland París, el motivo principal es que este verano no he podido hacer vacaciones y creía que ahora me las merecía.