Actualidad y experiencias

«He nacido con una cardiopatía y lo vivo como algo normal» (Carolina)

Hoy recuperamos la historia de la Carolina y sus ganas de ser madre, publicada en el Boletín 14 de AACIC (2007)

Carolina nos habla de una chica que conoció en AACIC…

¿Sabes que somos vecinas? Ella se ha operado del corazón y ahora quiere adoptar.

Querías ser madre…

¿Por qué no? Me encontraba bien. Tenía pareja. Cuando me pasa algo estoy mal, pero el resto del tiempo para mí estoy normal. He nacido con una cardiopatía y mi vida es así. Lo vivo como algo normal. Por eso también encontraba normal como mujer tener un bebé, si podía.

Ya sabemos que tu marido no lo veía claro que te quedaras embarazada. Y tus padres, ¿que decían?

Quizás te sorprenderá, pero mi madre no se metió demasiado. Ella siempre ha estado a mi lado y sabía que me tendrían muy controlada.

Tu hija ya tiene siete años. ¿Cómo está?

Ella está muy bien. En la escuela va bien. Las maestras dicen que es una chica lista. Es un poco reservada. A mí me cuenta las cosas, pero sí, es más bien tímida.

¿Cómo es un embarazo con una cardiopatía?

Es un embarazo muy vigilado. Cada mes tenía que ir a la consulta del cardiólogo y la consulta de embarazo de riesgo. Me auscultaven, miraban como estaba de hierro… Yo pedí que me hicieran la prueba de la miocentesis para saber cómo estaba el feto. Me pincharon el vientre. Estuve dos días de reposo absoluto. El resultado fue que todo era normal.

Los últimos meses de tu embarazo los pasaste en el hospital.

Sí, a los cinco meses. Fui a una revisión. Me pusieron las correas. Me dieron un zumo para que se moviera la criatura y me dijeron: ‘quédate aquí!’. Estuve en el hospital hasta que nació Laura.

¿Pasaba algo?

Querían tenerme controlada. Me daban diuréticos, porque no es bueno que retengamos líquidos y toda la comida era sin sal. Aún recuerdo el primer jamón sin sal. ¡Es horrible! Y con esto los diuréticos me adelgazar. Entré pesando sesenta dos kilos y en el momento del parto pesaba sesenta. Yo decía a las enfermeras, ‘¿pero como es que adelgazo, que no tengo que engordar?’ Y me decían, ‘no, mujer, no’. Yo sólo hacía que pedir bocadillos de jamón y queso.

¿y Mateo (su marido)?

Venía a veremos siempre. Trabaja en restauración y tiene poco tiempo. Aún así venía un rato por la tarde y un rato por la mañana. Yo le decía que no viniera tanto, que descansara, que ya le tocaría cuidar del bebé. Además, tenía a mi madre.

No parece que se trate de un embarazo especialmente complicado.

Depende de como te lo tomes. Yo sabía que no sería fácil, pero fue bien en general.

¿Y el parto?

Estuve dieciséis horas de parto. A la una de la noche rompía aguas. Cada tres horas dilataba un centímetro. No había manera. Al cabo de dieciséis horas optamos por la cesárea.

En enero de 2001 nació Laura…

Nació con dos kilos cuatrocientos. Muy bien, de peso. No lo necesitaba, pero se la llevaron a la incubadora y a mí me llevaron a la Uci. Aquello fue muy aburrido y también triste. Acababa de ser madre. Había parido y no tenía la criatura. Tampoco dejaban que los familiares me hicieran compañía demasiado tiempo. ¡Querían que reposara!

¿Cambió mucho tu vida al volver a casa con una criatura?

Por el tema de la criatura, en principio, no. De bebé dormía muy bien por las noches. No había manera de que hiciera siesta. Cuando empiezan a caminar es cuando se complica. A partir del año hasta los cuatro años es muy complicado. Después, cuando empieza el colegio, la cosa se calma. Otra cosa es tener la criatura y trabajar.

Ahora estás de baja…

Sí, ahora sí. Hace unos meses me bajó el potasio. Me ha afectado. Hice la gestión para la invalidez, pero no me la han concedido. Se ve que hacer de administrativa, como estás sentada, no es un trabajo que canse. Me da rabia que lo miren tanto por encima, que no se preocupen de saber cómo es de verdad el trabajo, ni como son tus veinticuatro horas. Ahora voy bien. Puedo acompañar a la niña a la escuela, hacer la comida, pero trabajando, aunque sólo fuera cuatro horas, me era imposible.

¿Cómo es que te viste con capacidad de cuidar a Laura y trabajar?

Porque hace dos años me operaron y me pusieron un marcapasos para controlar las arritmias. Estaba siempre a 80 y 90 pulsaciones. Tras la operación bajé a 60. El médico que me operó me decía: ‘Podrás correr y hacer gimnasio’. No me paso, pero me cambió bastante la vida. Ahora, con esto que ha pasado con el potasio, ya estamos otra vez…

¿Como irá …?

¡No lo sé! Cada día salen cosas nuevas. Tengo la impresión de que las revisiones se convierten en una rutina. Si estás bien, ¡a casa! Me gustaría que me hubieran informado de la posibilidad de un marcapasos en una de estas revisiones. Me tuve que enterar por una compañera.

Esto quiere decir que entre vosotros compartís experiencias…

Si participas en el grupo de jóvenes, hablas de todo. Además, hay un grupo que nos conocemos hace más años y nos vemos algunas veces. O hablamos por Messenger.

¿Pasarías por otro embarazo?

¿Otro? Mira, con el mismo convencimiento de que dije que quería tener una hija, tengo claro que ahora no quisiera volver a pasar por un embarazo.

 


 

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