Pocas horas después de nacer, el Marc fue trasladado al Hospital San Juan de Dios de Barcelona, diagnosticado de TGA. En ese momento comenzaba la experiencia más complicada que habíamos vivido hasta entonces. Rosana, recuerdo el apoyo que me diste justo al día siguiente, el 17 de diciembre, en la UCI de neonatos del HSJD, un lugar nuevo para mí, con una realidad nada agradable de aceptar como padre: mi mujer ingresada en Tarrasa, una madre separada de su primer hijo, muy enfermo, dolorida por el parto, cansada, triste… y nuestro pequeño, tan esperado, luchando por su vida en la camita número 13. Estaba solo y tenía un montón de preguntas sin respuesta, hasta que me viniste a ver.
Recordamos aquella época como la más triste de nuestras vidas. Cada día llovía, cada día nos íbamos hacia Tarrasa con el corazón encogido y sintiéndonos culpables por ir a dormir a casa y dejar nuestro pequeño Marc en el hospital durmiendo solo, ¡pobrecito! Y muchas otras cosas más que nos hacían sentir súper culpables de nuestra actitud hacia él.
El día 30 de diciembre, sólo 14 días después de nacer, operaron nuestro peque y todo fue como una seda. ¡Ahora, es un chico despierto y muuuuy simpático! Lo que más nos gusta de él es que es un niño súper agradecido, no sé si todos los niños que pasan por este trance son agradecidos, pero el nuestro lo es.
También queremos dar las gracias al hospital San Juan de Dios, a pediatras, enfermeras, auxiliares ya todos, por la manera tan impecable como nos trataron, por la gran profesionalidad y ternura con que tratan «sus niños”. Y a la Obra Social de la Caja. Gracias a su buena gestión, Marc recibió la visita de los Reyes Magos y su regalito de Reyes mientras estaba ingresado en el hospital. No todos los niños pueden ser visitados por los Reyes…
El viernes estuve leyendo tu escrito en el boletín y recordé el apoyo que me diste aquel día que nos conocimos. Cuando yo todavía no tenía claro lo que estaba pasando, tus palabras me ayudaron.
También queremos agradecer el día en que nos viniste a ver a la habitación, justo cuando Marc ya estaba a punto de recibir el alta médica y animaste Marga. Fue entonces cuando decidimos hacernos socios de AACIC y participar de esta GRAN ENTIDAD que, de una manera desinteresada, está haciendo tan bien a tantos niños y niñas con cardiopatía congénita y sus familias.
Te enviamos una foto del antes y el después…
Con esta carta sólo queríamos agradecerte la ayuda moral que nos diste durante la estancia en el HSJD.
Gracias de nuevo y ánimos con el trabajo que estáis haciendo, tú y el resto del equipo de AACIC.
Un saludo de una madre y un padre muy agradecidos con tu tarea.