Ricard, el propietario de la hípica, nos acogió con tres voluntarias más, e hicimos actividades con caballos dentro de una pista cerrada, puesto que el día era muy soleado, pero soplaba bastante tramontana. Pequeños y grandes guarnimos los caballos y las yeguas para montarlos y hacer un paseo; a continuación les sacamos la silla y las mantas y les cepillamos dentro de las cuadras. También les pudimos tocar, acariciar, y hacerles masajes. La jornada en la hípica acabó con el brindis de celebración del 25º cumpleaños de AACIC y la foto de familia con los globos de los 25 años y con los dibujos de los 25 corazones.
Al mediodía, fuimos a una pizzería de Celrà a comer y allá los padres y las madres se pudieron conocer algo más, compartir experiencias y vivencias, mientras los más pequeños jugaban. Todos y todas coincidieron en que los gustó mucho encontrarse y poder hacer actividades lúdicas con familia y en medio de la natura.