Actualidad y experiencias

«El hecho de no poder hacer deporte de competición de pequeño me ha llevado hasta aquí y soy muy feliz»

Muchos de vosotros seguro que conoces el grupo Oques Grasses. El saxofonista del grupo es Josep Valldeneu, un chico de 27 años que nació con una cardiopatía.

Cuando Josep era pequeño, como la mayoría de niños, quería hacer deporte, pero los médicos le recomendaron no hacerlo porque podía ser peligroso para su corazón. Ante esta situación, sus padres decidieron apuntarle a música y a ajedrez. Dos días a la semana iba a música con los amigos -«lo pasábamos bien»- y escogió el saxo y el piano como instrumentos.

Del ajedrez aprendió la constancia y la estrategia y, una vez ya conocía las tácticas del juego, iba cada fin de semana a competir con su Club a un pueblo diferente. ¡Su madre se hartó de llevarlo arriba y abajo!

En un primer momento Josep no hubiera elegido la música, él quería jugar a la pelota, pero aceptó la decisión de los médicos y de sus padres. Unos años más tarde, sin embargo, tras hacerse unas pruebas de esfuerzo, se sacó la espina jugando a baloncesto: «mis padres siempre me han dicho que mis limitaciones ya me las encontraría yo», nos cuenta en Josep.

«Me gustaba la música y se me daba bien y decidí orientar mis estudios en este camino».

Tras cursar el bachillerato en Vic, Josep se preparó durante dos años para entrar en el ESMUC (Escuela Superior de Música de Catalunya). La prueba le fue muy bien y pudo entrar donde él quería: en la modalidad de saxo jazz.

Durante todos estos años, Josep ha tocado en grupos de rumba, funky, ska, reggae, jazz…, ha formado su propio cuarteto «Josep Valldeneu Quartet», ha grabado más de 30 discos (propios y colaboraciones), bandas sonoras de películas como «El rey de La Habana» o «Mi gran noche» y también anuncios de televisión.

«Tengo la necesidad de tocar todos los días, de crear canciones. Siempre tengo canciones en la cabeza y necesito estar en contacto con este mundo y aprender. Cuando toco, cuento lo que vivo o me pasa por la cabeza a la gente a través de la música y me gusta hacerlos disfrutar como disfruto yo».

Actualmente, Josep vive de la música con el grupo Oques Grasses. Él y los demás miembros de su grupo son como una familia. En sus inicios iban a hacer conciertos, como los chicos y chicas que se encuentran en el bar o van a la discoteca con su grupo, ellos se lo pasaban bien tocando. Y, sin buscarlo, se han ido volviendo más profesionales: ya tienen 3 discos y por un cuarto e, incluso, ¡han montado su propia empresa!

«Con la música he podido viajar mucho: Nueva York, Chicago, Milwaukee, Austin, Amsterdam, Londres, Cardiff, Bolonia, Padua, Florencia, Marsella, etc. Y para todos los países catalanes».

Una de las experiencias que Josep recuerda con una gran sonrisa en los labios es cuando estaban grabando el tercer disco: «estuvimos un mes y medio encerrados en una casa, todos juntos, 24 horas de lunes a viernes, conviviendo juntos. Cantábamos, grabábamos, componíamos, hacíamos lluvia de ideas, hablábamos, compartíamos experiencias… todas las grabaciones de Oques son muy participativas, nos gusta trabajar así, y combinar cosas reflexionadas con cosas más espontáneas, es una de las esencias del grupo», nos comenta Josep.

OQUES GRASSES – CARA DE CUL

Una de las canciones que más le gustan es Cara de cul, del último disco de su grupo Oques Grasses.

«La frase He guanyat perdent el que he perdut refleja claramente mi historia con la música: el hecho de no poder hacer deporte de competición de pequeño me ha llevado donde estoy, y estoy muy bien y soy muy feliz. Podría decir que, en parte, soy músico gracias a mi cardiopatía congénita y a mis padres, que son quienes me apuntaron a la escuela de música».

Aquí os dejamos el videoclip y la letra

He perdut la sort en un minut,
el sol el nord i el sud,
el temps que no he tingut,
el temps que no he viscut.

Però no he perdut les ganes de viure,
ni les ganes de veure’t,
amb ganes de més, he perdut però he guanyat.

He perdut l’amor d’alguna flor,
la por de tenir por, un despertador mut,
el colom de la pau quan he estat dins el pou.

He guanyat tot el que porto amb mi,
els dies que he viscut i els amics de veritat.
He guanyat tot el que no he perdut,
he guanyat perdent el que he perdut.

I tu em fas anar de cul i no t’ho ha dit ningú.
I jo vaig fent tot el que puc,
però tinc cara de cul
i no m’ho ha dit ningú.
Jo només penso en mi,
però només penso en tu.

M’encanto al cim d’un cingle immens
que tot m’ho dóna i tot m’ho pren
i em quedo amb tot, i em quedo amb res.

He perdut un tros del meu orgull,
i m’hi he deixat la pell per anar endavant,
destí poruc no et visc
perquè els dies se’n van.

Però no he perdut el riu del meu poble,
ni les ganes que em sobren,
he perdut aprenent i aprenent m’he fet gran.

He guanyat tot el que m’he estimat,
la sort d’anar vivint, tot el que sento a dins.
He guanyat tot el que no he perdut,
he guanyat perdent el que he perdut.

I tu em fas anar de cul i no t’ho ha dit ningú.
I jo vaig fent tot el que puc,
vaig amb cara de cul
i no m’ho ha dit ningú.
Jo només penso en mi,
però només penso en tu.

 


 

Si tienes un problema en el corazón de nacimiento, tienes algún hijo/hija, hermano/hermana o algún otro familiar cercano a ti que tiene una cardiopatía congénita, tienes 16 años o más y estás interesado en formar parte de nuestra comunidad: ¡hazte socio de AACIC!

Hazte socio de AACIC