Pasado unos años, cuando tenía 38 años, seguía con alteraciones rítmicas y visitas a hospitales donde me decían lo mismo. Hasta que empecé a empeorar con visitas a urgencias con la tensión alta, palpitaciones, pero otra vez lo mismo.
Hasta que mi doctora me envió de nuevo a hacerme una prueba de esfuerzo y bendito médico el que aquel día me salvo la vida.
Desde entonces llevó 4 stens en las arterias y una enfermedad extraña de nacimiento, al igual que mi hermana.
Ahora tengo 57 años y tengo visitas y pruebas constantes de por vida y a saber como evoluciona. Eso me limita hacer muchas cosas y los demás no lo comprenden con facilidad. Ahora estoy a la espera de nuevas visitas y dando gracias a todo un equipo médico increíble: gracias por salvar tantas vidas.
Ester
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