Editorial

Las mujeres y hombres mayores de 25 años del Espacio virtual de la Fundación CorAvant toman la palabra

Conoce sus 15 reflexiones sobre el hecho de vivir y convivir con una cardiopatía o una patología en el corazón.

  1. Nacer con una cardiopatía supone unos momentos de crisis que comportan un descalabro en la vida. Conocer gente que lo haya pasado y lo haya superado ayuda tanto a quién lo tiene como a quien ya lo ha tenido. Compartir nos ayuda a aprender a convivir con la cardiopatía y a aceptar el que estamos pasando en cada momento.
  2. Escucha siempre a tu cuerpo. Escucha también a los profesionales de la salud y las recomendaciones que te hagan, pero solo tú sabrás tu límite.
  3. No tengas miedo, no te rindas, no te pongas a prueba, pero tampoco te acomodes y te acostumbres a «no hacer». Propónte retos. No te compadezcas. Busca alternativas: si no puedes seguir la propuesta general del grupo, adáptala, pero no la dejes de hacer. Estate presente. Mira lo que puedes hacer, no lo que no puedes hacer.
  4. Cuando pasas un mal momento sobre el cual no puedes hacer nada para cambiarlo; por ejemplo, cuando estás pendiente de una intervención quirúrgica, con poca capacidad física, con mucha tensión por la situación…, ayuda mucho tener una ocupación, salir de la preocupación sobre la incertidumbre de tu salud y buscar algo que te llena, que tenga una meta, un final temporal: un curso, un reto, un objetivo.
  5. No te compares, ni siquiera con una persona con cardiopatía. Cada cual tiene su propia manera de vivirlo. Compárate contigo mismo/a, tal como eres.
  6. No te pienses nunca que eres «un enfermo o una enferma». Somos personas con una peculiaridad, concretamente, una cardiopatía. Tienes los mismos derechos a disfrutar de la vida, de forma saludable, siempre.
  7. Haz y cambia el que puedes controlar, porque aquello que no depende de ti, no lo podrás enmendar: no hace falta que des más vueltas.
  8. Te sorprenderás cómo de bien puedes estar con un corazón que dicen que funciona tan mal.
  9. Las limitaciones no son exclusivas de la cardiopatía. Todas las personas tenemos, nosotros sabemos de donde vienen y esto, a menudo, puede ser una ventaja. Es muy importante que te conozcas a ti mismo/a y como funciona tu cuerpo.
  10. Cuando eres joven con una cardiopatía y vives las situaciones que vives, eres capaz de dar valor a cosas que las personas «sanas» no valoran. Tienes más empatía y sabes reconocer las dificultades.
  11. Todas las personas enfermamos en algún momento de la vida.
  12. A menudo, lo más significativo es lo que no se dice. En momentos de crisis, busca una mirada amiga que pueda entender por lo que estás pasando y te pueda acompañar respetando el momento en que estás, sea cual sea. Al final, todo pasa.
  13. Es importante pensar que todo irá bien, pero es igual de importante tener claro que el camino no será fácil.
  14. Es crucial saber con qué cartas juegas, unas tienen calidades positivas, otros no tanto, tenemos comodines… Lo que es primordial es aprender a jugar tus cartas, a hacer los cambios adecuados, e ir haciendo partidas.
  15. Déjate sentir, incluso en los momentos difíciles, relájate, haz cosas que te llenan, no te aísles, relaciónate con los que te quieren, anda, conéctate, pinta, cocina, dibuja… La vida nos empuja a hacer o no hacer, pero hay que ver qué es lo que queremos nosotros.

 

Este artículo forma parte de la Revista 28 de la Asociación de Cardiopatías Congénitas (AACIC) y de la Fundación CorAvant, dedicada a la importancia de vivir el presente.

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