Editorial

La actriz y el periodista

Ella, Montserrat Teruel. Nombre artístico: Mone, cantante y actriz. Él, Jordi Gil, periodista. Hace dos años, presentaron juntos la fiesta de AACIC CorAvant en el Tibidabo

Ficción o realidad. «¡No lloramos por las noticias, ni por la guerra, ni por el hambre en el mundo, pero nos emocionamos con el anuncio de aquel que vuelve a casa por Navidad!», dice la actriz. «Ver las noticias a través de una pantalla es como ir al cine. Es una película. Apagas la tele y lo que veías, ya ha desaparecido «, dice el periodista. ¿El mundo al revés? Ella, Montserrat Teruel. Nombre artístico: Mone, cantante y actriz. Él, Jordi Gil, periodista. Hace dos años, presentaron juntos la fiesta de AACIC-CorAvant en el Tibidabo. Nadie hubiera dicho que se habían conocido sólo unas horas antes de empezar. Entre ellos había química. Mone no pudo asistir a la última fiesta en Barcelona; Jordi sí estuvo: «Sábado presentando la fiesta y domingo corriendo una carrera en Tarragona».

Mone ha pasado las fiestas de Navidad en Madrid con ¡Mamma Mia!, el espectáculo musical basado en los temas del grupo ABBA. Hace el papel de Donna, la protagonista. Cuando le llegue el Boletín 17 estará de gira por toda España con este espectáculo.

¡Este trabajo es un chollo!

Mone: ¿Chollo? Yo no usaría esa palabra. Es un buen trabajo, sí, pero tres días seguidos con doble función es agotador. El desgaste físico y vocal es considerable. Lo puedes pasar muy mal si no te apasiona este trabajo. Lo del teatro no es nada estable, ahora estás arriba y mañana, abajo.

Jordi trabaja en el departamento de informativos de TV3. Alguien -con buen ojo- decidió que ahora explicaría lo que pasa en el mundo, pero a una audiencia de preadolescentes, en el Info K. Sabe mantener la sangre fría en las conexiones de urgencia de un atropello masivo dramático la noche de San Juan y es capaz de hacer las noticias comprensibles a una audiencia de ocho a doce años. Para hacer bien las dos cosas hay que tener talento.

Jordi: Lo más difícil es hacer de animador durante la grabación de un programa. Cuando se hace un chiste, la primera vez, la gente ríe, pero cuando es la tercera vez que grabas una secuencia, el chiste ya no hace ninguna gracia. En aquella época todavía vivía en Tarragona. Recuerdo que salía de TV3 y hacía todo el viaje en silencio, ¡ni música, ni radio, ni nada!

Mone: Esto es lo que no vemos normalmente, el trabajo que se hace detrás. Cuando trabajas en televisión, te das cuenta que el glamour de los programas y las series está en el comedor de tu casa. En el plató, todo es de cartón piedra.

¡El combate!

Cuando los llamé para hacer la entrevista, les expliqué que hablaríamos de las diferencias entre la ficción (el mundo de la Mone) y la realidad (el de Jordi). Les pareció bien. También les sugerí que nos encontráramos en un lugar donde pudiéramos representar el enfrentamiento entre estos mundos. Jordi propuso un ring de boxeo. Me había pasado por la cabeza. La Mone propuso una solución más asequible: su gimnasio, junto a la estación del Norte, en Barcelona. Hay unas mesas de ping-pong. ¿Ping-pong? ¡Competición! Bien. Es un juego muy rápido. ¡De muchos reflejos! Ya va bien. ¿Por qué no? Pero, mira las imágenes… ¿Tú dirías que hacen cara de mucha rivalidad, este par?

Mone: Jordi y yo no hacemos cosas tan diferentes. Somos canales. Debemos transmitir. Él transmite información y yo he de transmitir emoción con la voz cuando canto o cuando interpreto un personaje como actriz.

Jordi: Nosotros también hacemos un personaje. Ahora… no hablo de hacer comedia. ¿Recordáis el atropello del tren la pasada verbena de San Juan? Yo trabajaba aquella noche. Había llegado al trabajo pensando que cubriría verbenas y me encontré haciendo cuatro horas de conexión en directo de un accidente terrible. No me di cuenta de lo que había pasado hasta las ocho de la mañana, cuando llegué a casa. En el momento que estaba allí haciendo las conexiones, para mí, los muertos eran números. Doce muertos, no doce personas muertas. En este sentido, también interpreto un papel. Yo no puedo llegar al lugar de los hechos y comenzar a llorar.

Mone, tú te encuentras en un año triunfal en el escenario con ¡Mamma Mia! Y tú, Jordi, te has hecho un hueco en una televisión respetada por la calidad de sus programas y de sus profesionales. ¿Qué pasa, sin embargo, cuando no se llena la platea, o el medio es tan pequeño que dudas si llegas a alguien?

Mone: Lo tienes que hacer. En mi trabajo, pasas de hacer un espectáculo de éxito a no tener nada en poco tiempo. Te vienen dudas: «me he hecho mayor, no estoy bien…». Preocupaciones internas. Tienes que ser fuerte y segura como persona. ¡Tienes que estar con el ego y la vanidad bien controlados! ¡Bien controladas!

Jordi: El trabajo es el mismo. ¿Condiciona el hecho de saber si lo verá más o menos gente? Quizás sí, pero yo quiero quedar satisfecho. No sé si alguien se cansará y desconectará en el primer minuto, pero el trabajo lo hago igual.

¿Habíais pensado que seríais actriz y periodista?

Mone: Lo mío es del todo vocacional. En mi primer recuerdo consciente, ya cantaba. Tenía tres o cuatro años y en el colegio hacíamos un musical que se llamaba El sueño de un angelito. Yo me despertaba en los brazos de mi madre en la obra, que era mi hermana. Lo recuerdo perfectamente, así que puedo decir que canto desde que tengo uso de razón. A los trece años, mis padres me regalaron una guitarra y no me lo pensé. Me arrastra la profesión. Me formé en la carretera y, con el tiempo, fui haciendo cursos para ir perfeccionando cositas. Las cosas han cambiado, sin embargo. Si alguien empieza ahora, yo le diría que estudiase. Los tiempos son diferentes.

Jordi: En el instituto no tenía ni idea de lo que quería hacer. Mi hermana había estudiado traducción. Me lo pensé, pero no me veía. Elegí periodismo dos semanas antes de tener que presentar la preinscripción. Una vez decidido, sin embargo, me lo empecé a creer. Ese mismo verano empecé a leer los diarios de otra manera.

¿Pensabas qué harías televisión?

Jordi: No pensaba, pero sí me gustaba ser la persona que contaba las noticias. Hacer de periodista te da acceso a lugares y personas que si no fuera por tu profesión no conocerías. La gente cree lo que tú les cuentas.

El mundo al revés

Hay una cosa que no acabo de entender. Voy al teatro y lloro como una Magdalena. En cambio, veo todo lo que pasa en el mundo por televisión y no se me indigesta la comida…

Mone: Sí. No lloramos por las noticias, ni por la guerra, ni por el hambre en el mundo, pero nos emocionan con el anuncio de aquel que vuelve a casa por Navidad. ¿Y sabes por qué?

Eso es lo que quisiera que me dijerais.

Mone: ¡El teatro, o el anuncio de ese turrón que vuelve a casa por Navidad, te emocionan porque te tocan! Las noticias, en cambio, las miramos, pero no tenemos una implicación personal.

Jordi: Es cierto. Si tú ves que han muerto tres personas en el Sahara y tú has estado y conoces gente, te afectará de una manera diferente. El hecho de ver las noticias a través de una pantalla, es como ir al cine. Es una película. Apagas la tele y lo que veías ha desaparecido.

A veces, cuesta saber si lo que estás viendo es un informativo o un melodrama.

Jordi: Depende del estilo de cada medio. Un informativo de algunas televisiones de ámbito nacional y uno de TV3 no tienen nada que ver. Si buscas el morbo y ser amarillo, ya sabes dónde tienes que ir y qué buscar. Puedes ser efectista e ir al recurso fácil del llanto o del grito. Muestras la reacción, pero no explicas lo que está pasando. En TV3 te dejan trabajar. No te exigen que busques el morbo o la crónica negra. Y cuando toca hacerla no se busca el impacto de la lágrima. Hay unos patrones muy claros de tratamiento de la información.

Mone, en tu profesión tienes que ser capaz de todo lo contrario. No se trata de informar, sino de emocionar. ¿Cómo lo haces para que unas letras impresas en un papel se conviertan en un personaje?

Mone: Cuando cojo un texto por primera vez, lo leo con un tono neutro. Yo soy un instrumento, como actriz. No pongo muchos detalles, de entrada. A medida que vas trabajando el texto con el director es cuando se va decidiendo hacia dónde debe ir el personaje. Esto, en el teatro, está bien hecho. El director de ¡Mamma Mia! inventa otra Donna cada vez que nos viene a ver, reinventa los personajes, los hace evolucionar. Pienso que esta es la clave del éxito. Lo puedes ver dos veces y tener una impresión diferente.

¿Se trabaja igual a la ficción y en la televisión?

Mone: No es lo mismo. Al Cor de la Ciutat, por ejemplo, habías de espabilar. Lo tienes que llevar bien estudiado e ir al grano. Cuando estudias los diálogos en casa sola imaginas las réplicas, como te las dirán, con qué tono… pero te llevas sorpresas. El actor que tienes delante te sale con un matiz que no esperabas. Es muy creativo. En el teatro, en cambio, ensayos, revisas, tomas notas…

Jordi: El teatro es un traje hecho a medida…

Mone: … ¡y la televisión, el pret-a-porter! Lo más especial del teatro es que cuando tú lo das todo, notas la energía del público. Primero tienes que dar tú. No puedes pretender que la gente te dé cosas y tú no darles nada.

Pero, ¿qué te llega?

Mone: ¡Lo notas! Notas la conexión, que están allí, contigo. Es un flujo, pero lo tienes que crear tú.

¿Tú lo entiendes, eso, Jordi?

Jordi: … las veces que me ha tocado hacer presentaciones, la sensación que tienes es muy extraña, porque sientes todo de ruidos pero no ves nada, no ves que hay allí abajo.

Tenéis unos trabajos muy extraños…

Jordi: Un trabajo loco. El periodismo es un trabajo bastante loco. Un sábado, estás en casa comiendo con unos amigos y te llaman para ir a cubrir un acto. Me ha pasado. Y la gente te pregunta: «¿No te da pereza?». A mí no me hace nada. Es lo que me gusta. No todo el mundo tiene trabajos así…

Mone: A mí me preguntan cómo tengo las narices de salir al escenario. Y no lo sé. De pequeña era miedosa, yo. Me daba miedo volar, nadar… Pero ponme en un escenario y… (Mone hace una gran risa). ¿Sabes que tengo abstinencia si estoy tiempo sin subir al escenario? ¡Cantar alimenta! Para mí, mi trabajo es una fuente de energía renovable.

Qué partida más decepcionante. Les propuse un combate. Quería acción, desavenencias, palos… Este par no han jugado limpio. Miro de nuevo las fotos. (¡Qué pedazo de fotógrafo más inmenso que es Mai! Dicen que un buen retrato refleja lo que esconden las personas.) Fíjate. ¿Esto es un combate?
¡Parece el álbum de fotos de una pareja que se ha juntado hace cuatro días! (Aclaración: ¡no son pareja!)
… Y perdonad este apunte rosa. Sí, sí, el chisme y el periodismo no son la misma cosa, lo sé, pero entre esta actriz y este periodista hay química. «¡Lo notas! Notas la conexión… Es un flujo…»

La actriz

El primer recuerdo de infancia que tiene Mone es de un espectáculo musical en el colegio. Ella estaba en el escenario, claro. Y aún no ha bajado. A los trece años, sus padres le regalaron una guitarra y dice: «… me dejé arrastrar por la música». Ha cantado con Gato Pérez, La Trinca, Albert Pla, Quimi Portet, Sopa de Cabra… ha presentado programas de televisión y ha intervenido en series como El Cor de la Ciutat y Porca misèria. Ha puesto la voz a personajes de animación de La bella y la bestia, Mulan y El príncipe de Egipto. Ha sido la protagonista de Mals d’amor d’una gata francesa en el Teatro Nacional (TNC) y ha formado parte del reparto de los musicales de más éxito de los últimos años: Guys & dolls, T’estimo, ets perfecte.. ja et canviaré, Full Monty, Gaudí, Boscos endins, donde hacía de bruja … (Y aquí me paro.) Ahora hace de Donna en el musical ¡Mamma Mia!

El periodista

El periodista Jordi Gil es una persona… normal. Comenzó en la radio. Todo normal. «Un día, -explica-, fui a cubrir un corte de tráfico en una carretera. Cuando haces calle, encuentras siempre la misma gente de otros medios. Soy de la broma, y en los ratos libres hablábamos. Un periodista que cubría la noticia para una televisión local me dijo que podría servir. Hice una prueba y me dieron un programa de entrevistas para el verano. Me gustó y hacía las dos cosas”. Bien normal. También hacía el seguimiento del Nàstic de Tarragona, el equipo de fútbol de la ciudad, para TV3, hasta que le llamaron para trabajar en Sant Joan Despí. Le hemos visto en programas como Hora Q, junto a Helena García Melero, y ha cubierto todo tipo de eventos informativos en directo. Para él, normal. Alguien -con buen ojo- decidió que ahora explicaría que pasa en el mundo, pero a una audiencia entre ocho y doce años, en el Info K. En Salou, que conocen bien la excepcional normalidad de Jordi, le hicieron pregonero de la Fiesta Mayor. ¡Normal, vaya!

¿Cómo conectasteis con AACIC CorAvant?

Jordi: Por Enric Company. Presentamos juntos una subasta de arte en Hospitalet a favor de AACIC. A partir de esto, he hecho las presentaciones de los libros de AACIC-CorAvant y de la fiesta del Tibidabo. La primera que presenté fue la de 2009 con la señora que tengo aquí al lado, Mone.

Mone: Estuvo muy bien. Parecía que nos conocíamos de toda la vida y era la primera vez que nos veíamos. Me llamaron y dije que sí. Tengo unos amigos con un hijo con problemas de corazón y estaba sensibilizada por el tema. Pero no recuerdo cómo es que me llamaron a mí. No sé porque pensaron en mí…