Actualidad y experiencias

La historia de Elisabeth

Mi primera sorpresa fue ver que no estaba sola en aquel viaje, que existían otras personas con dificultades como las mías, otras con menos y otros con más

No recuerdo qué año era que el Dr. Casaldáliga, en una visita de rutina, me dio una hoja informativa sobre AACIC. Un tiempo después, decidí presentarme un día para tratar de saber qué era esa asociación. Mi vida había transcurrido sin conocer a nadie que tuviera una cardiopatía, ni como la mía ni de ningún otro tipo. Sinceramente pensaba que era «pieza única».

Mi primera sorpresa fue ver que no estaba sola en aquel viaje, que existían otras personas con dificultades como las mías, otras con menos y otros con más. Me costó bastante entender por qué y cómo funciona una asociación y lo fui aprendiendo a medida que me iba implicando.Años muy buenos fueron los que fui vocal de la Junta de la Asociación y más adelante patrona de la Fundación.

La individualidad siempre ha sido una constante en mi vida de cardiópata y AACIC me ha enseñado a compartir y, también, a pensar que puedo ser útil a los demás. Me ha apoyado cuando lo he necesitado y sé que de alguna manera me protege, que siempre está ahí fuera. Además me ha dejado un grupo de amigos con el que tengo un contacto muy entrañable y enriquecedor.

FELICIDADES AACIC por estos 20 años tan provechosos y por muchos años más para seguir adelante como hasta ahora, a pesar de las dificultades que hay desde hace unos años.

 

Elisabet Guilllem