Los chicos y las chicas se lo han pasado en grande durante esta semana, han conocido el mundo del coach y han podido «sacar a airearse» sus conflictos del año y compartirlos. Por iniciativa propia propusieron hacer un taller de psicomotricidad relacional y de iniciación a la meditación.
Durante su estancia han podido conocer de primera mano como es un ensayo del Margeners, los castellers de Guissona, e incluso hicieron piña y ¡algún pisito! Con esta actividad han podido ver la importancia de cada individuo dentro del grupo y trabajar aspectos como la cooperación, la confianza y el respeto.