Actualidad y experiencias

Una madre explica «L’operació de cor del Jan» a su hijo

Recuperamos esta historia publicada en el Boletín 14 de AACIC CorAvant.

Anna es madre de tres hijos: Albert, de diez años, y dos gemelos, Roger y Paula, de cuatro años. A las pocas horas de nacer Roger le detectaron una cardiopatía congénita y que, para curarla, Roger debía ser intervenido inmediatamente.

Anna hace tiempo que conoce a AACIC, es socia y participa en el espacio de padres y madres de niños y niñas con cardiopatía congénita para compartir sus experiencias.

Cuando publicamos el libro de «L’operació de corazón del Jan», Anna lo compró enseguida porque quería explicarlo a su hijo Roger y a sus hermanos. No tenía claro cómo hacerlo, ya que no quería leerlo de una manera dramática ni forzada. Por ello, decidió que leería el cuento una de las muchas noches que dedica a sus hijos.

Una noche  se lo enseñó a Roger y, tranquilamente, comenzó a explicárselo. Él la escuchaba atentamente e iba haciendo preguntas. Otra noche se lo enseñó a Paula, que también hacía sus preguntas para entender la cicatriz que Roger tiene y ella no. Y también lo leyó con Albert que, ya mayor, tenía otros sentimientos con la enfermedad de su hermano.

A Roger le pareció tan chulo que quiso explicárselo a su maestra, Laia, y a sus compañeros de clase.

Anna nos comentó que, para ella, es muy importante escuchar a sus hijos y responder aquellas preguntas que van haciendo, sin precipitar cuestiones que aún no pueden entender. Así ha ido haciendo durante todos estos años, no sólo respecto a la enfermedad del corazón de su hijo pequeño, sino en un sentido más general, ante la curiosidad siempre despierta de los niños. De esta manera, entre ellos han podido hablar siempre de la situación de Roger de una manera totalmente natural, de su cicatriz y que de vez en cuando tiene que ir al médico a que le escuchen el corazón.

A ella, el libro le ha ayudado a acercar más a su familia a la situación de Roger, a explicarle lo que le pasó cuando era pequeño y que le hicieron para poder curarlo, así como para poder afrontar la situación con más conocimiento si, alguna vez más, el corazón de su hijo debe ser vuelto a operar.

Ahora Roger y Albert quieren ser médicos … y ¡curar a muchos niños!

Gracias Ana por compartir tu experiencia.