Actualidad y experiencias

¿Podemos humanizar los hospitales?

«Sí, con la gracia de unos trazos de profesionales de la ilustración, el acierto de unas figuras y unos colores especiales y con la capacidad de sugestión de estas pinceladas y estos colores en nuestra imaginación», Ignasi Blanch

Cuando hoy paseamos por las plantas de medicina maternoinfantil del Hospital de Vall d’Hebron nos parece del todo natural encontrar las paredes de los pasillos, los techos y las paredes de las habitaciones, las dependencias donde juegan los niños y niñas… llenas de dibujos y personajes, muchos bien conocidos por la mayoría de ellos. Pero ¡no siempre ha sido así!

En 2005 AACIC hizo una propuesta insólita en el Hospital Vall d’Hebron. Se trataba de un proyecto pionero en España: llenar de ilustraciones de temáticas distintas directamente las paredes y los espacios utilizados por los niños y jóvenes enfermos. La falta de precedentes hacía parecer la propuesta un poco arriesgada. El Hospital no podía dejar de funcionar. El proyecto, sin embargo, era bastante alentador para no dejarlo estar y vivirlo con ilusión.

AACIC me implicó en el proyecto como coordinador, el tema de las ilustraciones sería: los planetas del sistema solar y marcianos de colores. El éxito de este proyecto en el Hospital Pediátrico de día allanó el camino y en 2007 la envergadura del reto se multiplicó: se trataba de decorar tres plantas del área maternoinfantil de este hospital tan grande. Conseguí reunir cincuenta ilustradores e ilustradoras, todos alumnos y antiguos alumnos míos de ilustración y no dejamos un palmo de pared o un techo sin un personaje, un dibujo, una historia… ¡fue increíble!

Teníamos que hacer nuestro trabajo sin que afectase al funcionamiento normal del hospital, era necesario que nos pusiéramos de acuerdo en unos valores de trabajo básicos: elegir la gama de colores más adecuado para las habitaciones de los hospitales, hacer una selección de los temas que había que representar, mantener un orden y una pulcritud impecables, cuidar adecuadamente del material para volverlo a utilizar. Fue un trabajo muy elaborado y los temas que representábamos, los dibujos, los colores y el tipo de pintura ecológica todo estaba bien pensado.

Para dibujar las figuras de los techos pensamos en la visión del niño desde la cama. Había que estudiar bien la dirección de la figura. El personaje debía tener la cabeza en el borde del cabezal de la cama y los pies por el contrario, como el niño. Había que decidir bien la imagen y hacer borradores suficientes antes de pasar el original directamente en las paredes, sin improvisar. Parecía difícil pero todo el mundo se habituó enseguida. La experiencia fue un éxito y provechosa para todos.

Tanto es así, que en el año 2013 el Hospital de Vall d’Hebron volvió a llamarme para «humanizar» la unidad de quemados. Actualmente trabajo en el proyecto Centros Médicos Ilustrados del Institut Català de la Salut y de la Diputació de Barcelona que consiste en decorar todas las consultas, salas de espera y pasillos de las áreas de pediatría de los centros de atención primaria (CAP) de Barcelona ciudad. El CAP de la Guineueta y el del Besòs han sido los primeros.

¿Podemos humanizar los hospitales? Sí. ¿Cómo? Con la gracia de unos trazos de profesionales de la ilustración, el acierto de unas figuras y unos colores especiales y con la capacidad de sugestión de estas pinceladas y estos colores en nuestra imaginación. Así el hospital puede adquirir una dimensión diferente y la experiencia de la hospitalización puede cambiar radicalmente. AACIC ya lo tenía claro hace 10 años y luchó para que se pudiera hacer.

Yo seguiré trabajando para los centros médicos, «humanizando» los espacios y ayudando con mi trabajo y el de mis alumnos para que la estancia en los hospitales de los niños y niñas sea con un poco más de color y menos traumática posible, gracias a la experiencia comenzada conjuntamente con AACIC.

 

Ignasi Blanch