Esta vez, decidimos que el encuentro se haría en Tarragona. Por la mañana, hicimos un taller, «El baile de las Tribus». Se trabajó la coordinación al ritmo de diferentes músicas: africana, hindú, comanche…, combinando la musicoterapia, la cromoterapia y la danza.
Por la tarde, después de comer juntos, hicimos un paseo por la mítica Rambla de Tarragona hasta llegar al Balcón del Mediterráneo donde tocamos hierro, tal como marca la tradición tarraconense. Para terminar el día, los más animados fuimos a bañarnos a la playa, que, en agosto, apetece mucho… Allí mismo planificamos el siguiente encuentro para el mes de diciembre, esta vez, en Lleida.
El 12 de diciembre nos volvimos a encontrar bajo la característica niebla de invierno de Lleida, muy esperada y bienvenida para los leridanos y algo fresquita para los forasteros… Miguel nos preparó una serie de actividades para entrar en calor. Nos llevó a una bonita casa de colonias para hacer un taller de malabares, construimos nuestras cariocas y, entre bolas e hilos de colores, nos hicimos un hartón de reír intentando hacer trucos y acrobacias. Algunos se mostraron muy hábiles y perseverantes… otros, preferían dar golpes al palo del diábolo y hacerlo bailar con alegría, como si ya lo dominaran de antes.
Después de visitar la Seu Vella y de disfrutar de las mejores vistas de la ciudad, fuimos a degustar unos deliciosos caracoles y una generosa parrillada de carne para recuperarnos.
Muchas gracias, amigos de las tierras de Lleida, volveremos con mucho gusto… ¡si puede ser, hacia el buen tiempo, mejor que mejor!