Soy M. Carmen y nací en 1961 con una cardiopatía congénita. Después de ser madre en 1994, inesperadamente me diagnosticaron un bloqueo AV de 3º grado. Esto comportaba vivir con más limitaciones y empezar una nueva etapa. Después de pasar las intervenciones y pasar por una depresión, mi inquietud era: ¿me sentiré capaz de comenzar una nueva lucha?
Un día llegué a la consulta de mi cardiólogo y me dijo: «no debes tener miedo, todo está bien, tienes que mirar adelante y tú sabes luchar. Es como empezar a hacer cosas que antes no tenías tiempo de hacer y ahora tienes una segunda oportunidad en tu vida, cógela y sé feliz haciendo cosas».
También me dijo que podía ponerme en contacto con AACIC y me habló durante un rato de la asociación. Cuando decidí contactar con AACIC y me abrieron la puerta, parecía que nos conocíamos de toda la vida.
También tuve una conversación con la psicóloga Rosana Moyano y entendí que, a veces, haciendo solamente un poco haces feliz a las personas que tienes a tu lado y tú te sientes feliz.
Tengo claro que caminando junto a AACIC he aprendido a ser fuerte, a valorar lo que tengo, qué es la VIDA y que dando un poco mi sonrisa y trabajo, puedo ayudar a muchas personas. Esto es lo que ha hecho AACIC por mí.
Agradecimientos a todo el equipo de AACIC que ya es parte de mi familia.
M. Carmen