Durante el Espacio, coordinado por la psicóloga de nuestra entidad Rosana Moyano, hablamos de la desescalada del confinamiento y de cómo se gestionará la vuelta a las actividades del día a día, sobretodo, la vuelta a la escuela.
Para muchos padres y madres supone una situación angustiosa, sobretodo por saber si se podrán mantener las condiciones de higiene y de seguridad que hacen falta y por la falta de confianza que esto se pueda realmente tener presente en contextos tan multitudinarios e imprevisibles como la escuela.
Algunas familias de niños y niñas muy pequeños que tenían que empezar la escuela optan para mantenerlos más tiempo en casa y retrasar este ingreso en los centros. En el caso de niños y niñas ya escolarizados, la duda está en si este retraso puede afectar su desarrollo académico.
Por otro lado, algunas de las personas participantes explicaron que empiezan a haber situaciones que les preocupan como, por ejemplo, los niños o niñas que no quieren salir, o que han cogido miedo a relacionarse con otras personas, o bien niños y niñas tristes por no poder ver a sus abuelos o familiares. Todo esto se añade a la ya angustiosa situación de incertidumbre que se vive en estos momentos con relación a la dolencia.
Seguramente tendremos que afrontar en los próximos meses las consecuencias emocionales de la pandemia y ver qué estrategias habrá que utilizar para seguir adelante.