Actualidad y experiencias

Ramon i Maria

Cuando entras en el club de las supermadres

El 27 de mayo del 2015 entré en el mundo de las supermadres. Hoy tengo una historia de heroínas que tengo ganas y me hace feliz compartir con otras familias que también se han visto obligadas a colocarse, con la mayor dignidad posible, la capa de heroína.

Y hablo del club de las supermadres, porque por sexo me toca y por condición, la de ser madre, también. Las emociones se viven de muchas maneras, pero las madres tenemos un denominador común: la fortaleza.

Como decía, ahora hace 3 años, mi hijo pasó a ser del club de los corvalents. Estps son niños y niñas que, con diagnóstico prenatal o no, tienen una afectación coronaría, de etiología diversa, donde conviven múltiples patologías enmarcadas como cardiopatías congénitas. Y así fue cómo Ramon me brindó la capa de supermadre.

En principio no sabes muy bien qué hacer con ella; según el día pesa un poco, pero, poco a poco, vas aprendiendo de la magia que implica.

El primer efecto de la capa es que te conviertes en una superexperta de los diferentes especialistas que valoran, diagnostican y pronostican tu corvalent. Aprendes los significados de las innumerables “itis” y aprendes a relativitzar las carencias de lenguaje de los sanadores de nuestros hijos e hijas. Sobrevuelas macrohospitals como si fueran tu casa te manejas entre diferentes servicios haciendo unos slaloms increíbles.

Las supermadres, a veces, volamos entre ráfagas de viento injustas donde aprendes a medir el grado de asertividad de tu alrededor. Y aprendes a saber quién te conviene y quien no.

La supercapa te da una visión holística alucinante. De repente, tienes una clarividencia de las necesidades de recursos complementarios que son imprescindibles por tu corvalent. Aquí entran en juego una miscelánea de profesionales como los fisioterapeutas respiratorios, los logopedas, todos los profesionales de estimulación precoz, psicopedagogos y un largo etcétera. Y luchas, incansablemente, para ofrecer los mejores recursos.

Como todas las supermadres tienes momentos de euforia total por batallas ganadas, pero también momentos de desesperación por la soledad del sistema. Entonces tu supercapa se activa y te das cuenta del valor de los tuyos, de tu familia, que sufre desde el silencio, de los amigos, que desdramatitzan y normalizan y, además, incorporas nuevos conceptos como la familia hospital creando alianzas indestructibles.

Las supermadres no volamos solas, tenemos una asociación que nos une, y como somos personas generosas, compartimos y nos ayudamos. De vez en cuando, vamos a una fiesta en el Tibidabo o a PortAventura, y una vez al año nos reunimos y nos ponemos cara. No sé qué nos pasa porque siempre conseguimos compartir una sonrisa, un abrazo o una mirada acogedora.

Cierra los ojos, ¿llevas la supercapa?

Si eres madre de un corvalent y no te habías dado cuenta, tienes un alto potencial y una gran oportunidad de aprender que el corazón tiene una magia infinita.

Ponte la capa y volamos juntas.

 

Maria Bonich

 

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