Tuve la oportunidad de conocer más profundamente a la familia que me invitó a su casa a dormir. A Georgina no pude conocerla, pero siempre he contado que después de las cosas que me contaron sobre ella, era como si lo hubiera conocido. Y me enamoré de su manera de hacer, que estuviera presente sin estar, sin drama y con mucho cariño. Georgina nació con una cardiopatía congénita, por lo cual tuvieron que intervenirla, pero no superó la operación.
Fue entonces cuando leí mucho más sobre lo que eran las cardiopatías congénitas y la importancia de la investigación para poder detectarlas a tiempo y mejorar la vida de los pacientes. También conocí sobre vuestra Asociación, AACIC, que ayuda tanto a las personas y familias que sufren alguna cardiopatía congénita.
Este año me decidí de dar una parte de las inscripciones de los cursos y de los beneficios de la venta de mi libro. Me pareció bonito hacerlo durante el mes de febrero que es cuando se celebra el Día Internacional de las Cardiopatías Congénitas.
Un abrazo muy fuerte a la familia de Georgina y también a todas las familias que viven todo esto lo mejor posible.
Mònica Roig (Glutoniana)