Editorial

«Si quieres cambiar, cambia tu historia personal»

El psicólogo Félix Castillo, uno de los pioneros de la teoría sistémica en Cataluña, es miembro del Patronato de la Fundación CorAvant

Fèlix Castillo es psicólogo. Lector inquieto, aún conserva el libro Una teoría de la comunicación humana, que en 1975 le abrió la puerta hacia una forma diferente de entender los conflictos personales y de relación, el modelo sistémico. Veinte años de profesión le han convertido en un experto en coaching. Como miembro del patronato de CorAvant «todavía no sé muy bien qué puedo aportar», nos dice. «Pienso que me lo propusieron por que se quería contar con perspectivas profesionales diversas. Intentaré hablar más de recursos y de posibilidades que de déficits y carencias. «Recursos, posibilidades y, sobre todo, capacidades, son palabras que salen y repite a menudo en la conversación. «Cualquier ser humano está vivo porque tiene capacidades y la manera más eficaz de mejorar nuestra vida es basándonos en nuestras capacidades, centrarnos en lo que hacemos bien, y no en lo que no hacemos bien. Centrándonos en las capacidades podemos aprender. Aprender a aprender, a adaptarse a las situaciones imprevistas. »

Para el experto en coaching de grupos Fèlix Castillo «los talleres de autoestima son una tontería». Fèlix Castillo está hoy en AACIC en una de las sesiones mensuales que realiza con el equipo profesional fijo de la asociación. Al terminar hemos salido a comer. Le comento lo que he visto durante la sesión: unas personas hablando del trabajo, de lo que hacen y de lo que les preocupa. «A mí me gusta definirlo como coaching, una especie de supervisión de grupos.» Hemos hablado de la relación de las personas en el trabajo, de terapias y de terapeutas, y de las historias personales. Su mensaje es claro: cambiar, ¡es posible!

AACIC: Fèlix, ¿qué es lo que no te satisfacía de lo que habías aprendido de la psicología tradicional?

Fèlix Castillo: La psicología ha sido muy influida por una perspectiva en la que los problemas que manifiesta la gente están muy relacionados con algo que pasaron en su infancia. Bajo esta perspectiva, la definición que se hacía de comportamiento era el de una actitud muy difícil de cambiar, modificar. Ahora sabemos que los individuos tienen más posibilidades de cambiar lo que pensábamos. Pienso, de verdad, que podemos cambiar. Yo no soy determinista.

AACIC: ¿Qué alternativa propones a la concepción de comportamiento que nos acabas de exponer?

Fèlix Castillo: El comportamiento es una respuesta a un contexto concreto en un momento concreto y en unas relaciones con unas personas concretas. Esto es lo que dice el modelo sistémico. Hablamos de comportamiento en un contexto de relaciones. Esta perspectiva nos es útil tanto para personas como para grupos, que es lo que hacemos en AACIC.

AACIC: ¿Por qué nos entorpecemos siempre con las mismas piedras?

Fèlix Castillo: Tenemos muchos comportamientos automáticos, reacciones que vamos repitiendo ante situaciones similares. Estos comportamientos nos ayudan a afrontar la vida sin tener que pensar mucho. Nos resultan útiles, o cómodos, pero tenemos la capacidad de ser conscientes y aprender a modificarlos.

AACIC: ¿Es fácil de modificar los comportamientos automáticos?

Fèlix Castillo: Requiere un entrenamiento, un aprendizaje nuevo, como cuando se aprende cualquier otra cosa. Y esto supone un tiempo de incertidumbre e inseguridad. Creo que es fundamental aprender a vivir en un mundo incierto, en que no lo podemos controlar absolutamente todo. Quien aprende a sentirse relativamente cómodo en la incertidumbre aprende a vivir mucho mejor.

AACIC: ¿Cómo podemos iniciar este aprendizaje que conduce a un cambio?

Fèlix Castillo: Cambiando el relato. Cambia tu relato y cambiará tu vida. Un conocido neuropsicólogo, Oliver Sachs, explica que recordaba muy bien los paseos por Londres con su madre durante los bombardeos en la ciudad durante la segunda Guerra Mundial. Fue un hecho importante en su vida. Un día explicó estos recuerdos a su hermano. El hermano de Oliver dijo que esto no era posible porque al comenzar la guerra su madre lo envió fuera de la ciudad. Lo que recordaba era lo que le habían contado. Nuestro pasado es una selección de unos hechos, una información en torno a la que construimos nuestra identidad.

AACIC: ¿Hay que inventar una historia nueva?

Fèlix Castillo: Podemos contarnos la historia de una forma diferente. Imagina que con la ayuda de alguien comienzas a contarte una historia diferente de lo que pensabas sobre tu pasado. Si lo hacemos y encontramos alguna información que verifique la nueva historia, que la valide, cambiamos el relato y cambia la vida. ¿Qué hemos hecho? Hemos seleccionado otra información que había quedado olvidada. Esto ocurre continuamente.

AACIC: En la sesión que hoy se ha hecho en AACIC, mientras la gente hablaba, tú escuchabas, te atabas el cordón del zapato… Parecía que no pasaba nada.

Fèlix Castillo: Lo que más me ha costado aprender como terapeuta es que yo sólo puedo ser capaz a partir de las capacidades de la persona que tengo delante, no de mis capacidades. Los profesionales hemos aprendido que somos buenos profesionales si sabemos decir a quien tenemos delante qué es lo que tiene que hacer. Así te sientes importante, eres listo, un tío guay, pero el otro se empobrece. Lo más difícil, como terapeuta, es recordar que tú, en realidad, no sabes qué es lo mejor para el otro. ¡Y no lo sabes! Si yo me declaro impotente y soy su referente profesional, él debe ser potente. Debe comenzar a ser capaz.

AACIC: Si no me dices qué debo hacer, ¿ con qué me ayudas?

Fèlix Castillo: Te estoy ayudando para que uses tus capacidades. Tú tienes capacidades. Por eso estás vivo. Cualquier ser humano está vivo porque tiene capacidades. La manera más eficaz de mejorar nuestra vida es basándonos en nuestras capacidades, en centrarnos en lo que haces bien, y no en lo que no haces bien. Si tú te especializas en buscar elementos facilitadores, apreciativos, recursos, los ves fácilmente, porque son como patrones. Si estás entrenado para ver otra cosa, ves otra cosa. Las personas encontramos lo que buscamos, no lo que es. Centrándonos en las capacidades podemos aprender, aprender a aprender, y adaptarnos a las situaciones imprevistas.

AACIC: Durante muchos años has asesorado empresas y organizaciones sobre cómo mejorar los entornos de trabajo. ¿Cuál crees que es el interés real de las empresas cuando piden el asesoramiento de un experto?

Fèlix Castillo: Cada vez hay más trabajos que no salen bien sin el compromiso del trabajador. Si no existe este compromiso personal surgen problemas de calidad en la distribución, en la producción, en la atención a los clientes. Los trabajos en los que no es necesario el compromiso del trabajador ya los hacen los robots. Podemos definir los procesos de trabajo, pero los consolidarán la relación entre las personas. Lo que podemos hacer es trabajar para conocer cuáles son los activadores de cada persona, lo que les motiva, lo más singular y único de cada persona, para activar los compromisos individuales, pero siempre a partir de los modelos de orientación de cada persona. Y por eso se necesitan personas que sepan gestionar personas, más que estructuras y procesos.

AACIC: ¿En qué ambientes o situaciones resulta más difícil de conseguir este compromiso?

Fèlix Castillo: Los ambientes más tóxicos son los ambientes en los que hay muchas relaciones que no son reales, sino que están orientadas a objetivos personales no siempre son confesables. Esto ocurre en grupos en los que lo más importante no es lo que el grupo conseguirá, sino el que conseguirá cada una de las personas que lo conforman, lo que supone relaciones de no cooperación. En estos ambientes, te pierdes, no te puedes sentir más seguro. La valoración del otro está asociada a la necesidad que tengo yo, la cooperación no es un valor confortador del grupo. El único objetivo es que yo me pueda quedar en mi sitio.

AACIC: Es fácil o difícil llegar a detectar si en un grupo o una organización hay un ambiente propicio o tóxico?

Fèlix Castillo: Se detecta enseguida. En el aire. Pero déjame hacer un matiz. Las organizaciones no existen. Cuando hablamos de organizaciones, hablamos de personas. Aunque una organización sea muy grande, se crean grupos informales de entre cuatro y ocho personas que establecen relaciones cercanas. Las personas vivimos la organización a través de estos grupos, de nuestro, no como un todo. Se parece mucho a una familia y, en estas relaciones de grupo, solemos reproducir roles que hemos adquirido en nuestros aprendizajes primarios de socialización.

AACIC: Continuamos…

Fèlix Castillo: Bueno. Cada una de las personas de un grupo informal tiene relación con otras personas de otros grupos a los que también pertenece. Así, los grupos generan redes y, estas redes, en sus actividades cotidianas, generan una organización que funciona con unas determinadas reglas, que tiene una determinada cultura y que muy a menudo no es la formal, lo que se quiere proyectar idealmente, sino una manera de hacer basada en actitudes muy cotidianas.

AACIC: Así, ¿cuando una organización habla del alma de la organización o del espíritu de nuestra empresa, todo esto es humo?

Fèlix Castillo: Yo hablaría de cultura de producción, pero esta cultura de las organizaciones surge de la interacción de los grupos pequeños. Las organizaciones no tienen una cultura, o alma, predeterminada, aparece.

AACIC: Cuando buscamos trabajo, ¿la primera impresión es la que cuenta?

Fèlix Castillo: Es importante porque indicará si esa persona resuena bien contigo. En un entorno de trabajo, pero, debes tener claro si resonar contigo significa que se incorporará bien al grupo. Y es cierto que nos solemos incorporar o somos reclutados por grupos a los que conectamos de una manera intuitiva. Es un sensor muy fino y muy poco racional, es más emocional. Una vibración. Tú llegas y, de golpe, acabas con aquellas personas y no con otras. Está relacionado con los aprendizajes primarios, con la forma en que has aprendido a sobrevivir muy pequeño con tu familia.

AACIC: Y, por poner el caso contrario, ¿qué sucede cuando una persona no encaja, o siente que no encaja en el trabajo?

Fèlix Castillo: Cuando alguien no encaja en un lugar significa que todo el mundo actúa automáticamente. No estamos trabajando para generar un compromiso, una cooperación, un consenso. Si es la persona la que quiere resolver esta situación, debe trabajar para darse cuenta del hecho por el que selecciona unas respuestas automáticas concretas cada vez que se encuentra ante un determinado grupo o de una determinada configuración de relaciones. Si es el grupo que está interesado en incluir esta persona que no encaja, y para el grupo en el que se encuentra es importante que encaje, tenemos que encontrar la manera de entender por qué esa persona se comporta de esa manera en ese grupo y ver cómo podemos cambiar la historia que cuentan entre ellos los diversos miembros del grupo.

AACIC: Actuar automáticamente, cambiar la historia, todo esto ya me suena. Pero cuando te toca tener que decir a alguien que se ha terminado una relación. ¿Como lo deberíamos hacer?

Fèlix Castillo: Has oído alguna vez aquello de no tirar el agua del barreño con el niño dentro. Cuando tiras el agua sucia de la bañera, primero tienes que sacar al niño. Puedo tirar el agua sucia del comportamiento, pero antes sacaré la persona, la salvaré. No emitas un mensaje deshumanizador. Se puede decir «mira, si actúas de esta manera no podemos contar contigo, de modo que aquí termina nuestra relación». Lo que no está bien es decir «tu eres un impresentable y no queremos más». Esto es una descalificación que agrava la situación y el grupo. Se puede limitar a comportamientos no aceptables. Pero es diferente decir «no te quiero porque eres inaceptable», que decir «no te quiero porque no podemos colaborar juntos en estas condiciones». Comportamiento y persona son dos concepciones diferentes.

AACIC: Por cierto, vi un anuncio de un curso para mejorar la autoestima.

Fèlix Castillo: Los talleres de autoestima son una tontería. No podemos generar autoestima. Podemos ayudar a la persona a centrarse en sus capacidades. La autoestima es una consecuencia. Podemos maximizar las posibilidades, no crear la realidad. Si yo me centro en mis capacidades, amplío mi red de relaciones, me intereso más por los demás, es muy probable que suba mi autoestima, pero eso no lo conseguiré diciendo que ahora me querré más.

(Nota: Me he de borrar del cursillo de… ¡No sé si me devolverán el dinero!)

Hemos terminado de comer y hemos tomado café. Félix dice: «¿Nos tomamos otro?»

Fèlix Castillo: En cualquier situación humana dependemos de los demás. No puedes actuar como si estuvieras encerrado en una burbuja de cristal. Esto quiere decir que te has de ocupar, de la relación con los demás. Una vez tus relaciones con los demás son suficientemente viables, útiles, buenas, concéntrate en hacer todo lo que te corresponde. ¿Qué es lo que te corresponde? ¿Qué es lo que hemos venido a hacer en el mundo? Todos tenemos unas pautas en las que fluimos y unas cosas en las que no. Los momentos de plenitud son el norte de nuestra brújula. Tienes que fijarte en aquellas cosas que a ti te producen plenitud. Si no has pensado mucho, o no sabes cómo hacerlo, te propongo un ejercicio. Te llevará un tiempo, veintiún días, es el tiempo canónico, sin embargo, si quieres, hazlo sólo durante quince días. Tienes que llevar una libreta siempre encima. Cada vez que sientas una emoción de plenitud, debes anotar cuál es la situación en la que la has sentida. Anota en ella todas las situaciones. Al final, tienes que coger la libreta y agrupar las anotaciones por temas. Normalmente, surgen cuatro o cinco temas. Esto te dará la pista sobre aquello a lo que tienes que dedicar tu vida. Imagina que, para ti, lo más importante es conectar con los demás y encuentras un trabajo de guardia jurado. Estás tirando tu vida, y todo ello, para terminar comprando una serie de cosas que… bueno, ya sabéis el discurso del consumo. La gente que tiene que trabajar mucho, que tiene que esforzarse en exceso, es que no está en el lugar que le corresponde. Algo no está haciendo bien. Debe trabajar con gusto, con plenitud, con satisfacción.

AACIC: A veces, sin embargo, no tienes tantas alternativas…

Fèlix Castillo: Esto no es un problema si tienes un plan. Tener un plan significa que tú sabes que quieres acabar haciendo aquello y, por tanto, ahora hago esto para llegar a conseguir ese objetivo. Trabajo en una mina. Estoy harto, pero cuando haya hecho dos millones, me compraré una casa en Andalucía. Hemos cambiado el relato negativo de la situación. Sepas, sin embargo, que si tu plan no tiene nada que ver contigo, con tu plenitud, ten cuidado, porque vuelves a estar desorientado. Por otro lado, si tienes un plan y se detiene por que te ha caído la casa, se te han muerto los padres y estarás un año en el hospital, no puedes llevarlo a cabo, pero puedes empezar a pensar en cómo desarrollar tus habilidades, qué harás en la cama para ser más capaz en lo que te interesa, y aunque no lo puedas completar, que des sólo algunos pasos, esto ya es vivir plenamente. De nuevo, hemos adaptado el relato. Victor Frankel dice: «La experiencia no es lo que nos pasa, sino nuestra respuesta a lo que nos pasa.» El mundo no se adecua a nuestra realidad, pero se adecua mucho más con una vibración adecuada. Así que, primero, ten claro que yo dependo de los demás. Segundo, recordando que dependo de los demás, procuro hacer lo que me corresponde. Lo importante, sin embargo, no es lo que pensamos, sino lo que sentimos. Somos irrepetibles. Cada vez que nos hacen, rompen el molde.