Los niños, niñas y jóvenes con una cardiopatía congénita pueden presentar unos rasgos característicos como consecuencia del proceso de la patología y de su tratamiento.
Por ejemplo, pueden sufrir un posible retraso en el desarrollo o aprendizaje debido a la falta de estimulación en las primeras etapas de vida, muchos resfriados que a menudo pueden dar complicaciones en el sistema respiratorio, repercusiones osteomusculares, entre otros. A nivel emocional pueden tener cambios de humor y de estado de ánimo derivados de situaciones estresantes que han vivido.
Es, pues, muy importante poder tener información sobre qué debemos observar y valorar en nuestros hijos e hijas para poder hacer una intervención adecuada y así minimizar los efectos de estas repercusiones.