Neus Clofent nació y vive en Barcelona. Casada con el Santi tiene dos hijos adultos, Marc y Albert. Muchos de vosotros porque tanto ella como su familia han venido siempre que han podido a la Gran Fiesta del Corazón y han colaborado con AACIC desde su creación. Ahora, Neus es la patrona de la Fundación CorAvant.
Conozcámosla un poco más…
El día a día de Neus es ir arriba y abajo con el coche para visitar empresas y establecimientos. Trabaja desde hace muchos años como comercial por la zona de Barcelona y las afueras, en el Vallés. Ha trabajado en diferentes sectores, pero desde hace una temporada está centrada en el campo del textil, decoración y diseño.
Hoy se ha escapado porque queríamos hacerle esta entrevista y ha venido a la sede de AACIC CorAvant, en Barcelona. Durante la conversación, Neus recuerda que sus hijos también han trabajado aquí en nuestra oficina: «uno pintó las paredes cuando llegamos a este lugar y el otro estuvo una temporada ayudando en la preparación de la Fiesta del Corazón».
El trabajo de comercial le ocupa una buena parte de su tiempo: se nota que le gusta el trato cercano con el público. Los ratos que tiene libres, que no son muchos según ella, los dedica a caminar, a pasear, ir al cine, relacionarse con sus amigos… «Me gusta mucho hacer vida social, tanto particularmente como laboralmente,» afirma. Pero por poco que puede se escapa a Conca de Barberà: «siempre que podemos, los fines de semana nos vamos a la casa que tenemos, no sirve para desconectar y romper con el alboroto de Barcelona».
La gente puede recordarte el Tibidabo, ¿siempre haces el mismo trabajo?
Antes cuando nos encargábamos de vender el pañuelo, yo era la Tesorera. El día de la fiesta, muy temprano por la mañana, llegábamos Santi y yo al Parque de atracciones del Tibidabo: él se encargaba del equipo que hinchaba los globos y yo me encargaba del dinero. Repartía las cajas entre los puestos y una vez iniciada la Fiesta, debía ir recogiendo el dinero de los diferentes puestos e ingresarlos en el banco del parque para no tener tanto dinero “por ahí». Una vez terminada la Fiesta, cerrábamos las cajas, recogíamos el dinero ingresado, hacíamos el recuento y finalizábamos la Fiesta. Pero desde hace unos tres años el parque se encarga de todo. Aunque yo he quedado sin una tarea determinada, me parece que así es mejor, mucho más fácil y seguro.
Entonces ahora ¿dónde te podemos encontrar?
Ahora me encontraréis en el estand central. Por la mañana echando una mano en el escenario, después junto al equipo de protocolo que recibe a los invitados y seguidamente en el estand central. La verdad es que ahora ya hay gente joven y nueva con ganas de estar ahí y nosotros, aunque siempre estaremos ahí, debemos darles paso.
Así que dejas espacio a los nuevos voluntarios del Tibidabo y te metes de lleno en el patronato de CorAvant…
Hace muchos años que Rosa (Armengol) y yo nos conocemos. Las dos parejas siempre nos hemos portado muy bien y fue ella quien empezó a colaborar aquí. Al principio mi marido y yo, que somos de ese tipo de gente que si se nos necesita, estamos allí. Y cuando mis hijos se hicieron mayores, también quisieron implicarse. Es lo que habían vivido toda su vida. Nuestras vidas han estado siempre vinculadas a la entidad. Así que cuando hace un par de años me propusieron ser patrona de la Fundación CorAvant, no pude negarme a ello. Nosotros habíamos crecido con AACIC y vivimos el nacimiento de la Fundación; supongo que «era el paso natural».
Y ¿qué en piensas de la Fundación? ¿Cómo la ves desde dentro?
Hay mucho que hacer allí. La Fundación fue creada bajo la dirección de AACIC para garantizar la prestación de servicios de atención directa, para dar continuidad y hacerlos crecer. En este sentido, la cosa funciona. Además, ahora con la nueva web de CorAvant será todavía más clara la misión de la Fundación. La asociación es quien tiene la experiencia, la historia y el conocimiento, pero queremos que la Fundación consiga su propia parcela.
Como persona inquieta que siempre está activa, explícanos algún proyecto de futuro que te ilusione
Hay muchas cosas que tengo pendientes pero quizás lo más inmediato y lo que me hace más ilusión es ir a América. Mi marido tiene un hermano que vive en Washington desde hace muchos años y nos vemos muy poco. Este año su hijo, quien es mi ahijado, hace la comunión y nos hace mucha ilusión poder estar allí y así lo hemos decidido. Vamos a hacer una larga escapada fin de semana para verlos, pero hemos puesto tanta ilusión que nos parecerán unas grandes vacaciones. Además, dicen que si cruzas el charco, desconectas mucho más, ¿no?
Desconectas en Conca de Barberà y desconectarás en América… ¿cuándo te conectas a la vida?
Me gusta conectarme a las pequeñas cosas y con el contacto con las personas y, si las sumo todas, creo que el porcentaje de conexión diaria no es malo en absoluto. Me gusta mucho cocinar, tanto cocina tradicional como la más nueva o exótica y todavía me gusta más poder compartirla. En casa, nuestras reuniones son siempre alrededor de una buena. Son estos momentos cuando me siento más conectada con mi entorno y con la vida.
Eso sí, siempre actuando. Pienso, reflexiono y actúo. Debo moverme… y, generalmente, siempre hacia adelante.