Editorial

Dos imágenes nuevas

El diseñador gráfico Josep Maria Samsot ha estado el responsable del equipo que ha creado el nuevo vestido para el Tac-tac, el logotipo de AACIC, y también del logotipo que representa la Fundación CorAvant.

El Tac-tac es un niño, o una niña, en fin, un joven. Es un dibujo que ha nacido con una malformación en el corazón. Es la imagen, la silueta humana que aparece en el logotipo de AACIC, creado en 1996. Este año, el Tac-tac ha cambiado de imagen: ha dejado atrás los colores llamativos originales y se ha vestido con ropa nueva. En AACIC hemos querido actualizar su logotipo con una imagen nueva que sirva para expresar los retos nuevos que queremos alcanzar, ahora que ya hemos cumplido hecho quince años.

El diseñador gráfico Josep Maria Samsot, ha sido el cerebro responsable del equipo que ha creado el nuevo vestido para el Tac-tac y también del logotipo que representa la Fundación CoraAvant. Nos hemos puesto en contacto con el autor de estas dos imágenes para saber cómo las ha creado.

Nos ha sorprendido mucho cómo se conserva la esencia del logotipo anterior, que nos gustaba, y a la vez es más limpio. ¿Cuál ha sido el criterio que habéis aplicado para decidir qué eliminabais y que conservabais?

Para mí, era vital conservar y fomentar el reconocimiento de la imagen, preservar la esencia del logotipo antiguo, darle un aspecto más limpio, más claro y actual, conservando la personalidad de siempre. ¿Qué hicimos? Suprimimos  los elementos que nos pareció. Borramos los paréntesis, e hicimos más grueso el trazo del muñeco, de este modo reforzábamos los elementos diferenciales y conservábamos la esencia y el carácter del logotipo anterior. Además, para facilitar la convivencia de los logotipos de CorAvant y de AACIC, se eligieron unos colores comunes entre las dos marcas que respetaran los criterios de unidad y equilibrio. Por ello incorporamos el corazón azul de CoraAvant al logotipo de AACIC. Elegimos una tipografía muy redonda para sujetar el logotipo sin estridencias, las minúsculas dan la amabilidad que buscábamos para el nuevo logotipo.

Los colores del nuevo logotipo son menos llamativos que los del diseño anterior. Al ver el resultado nos hizo muy buena impresión. Es todo más suave. ¿Cómo os decidisteis por la nueva combinación de colores? ¿Diríais que hacen una impresión más reposada?

Sí. Como que hablamos de una asociación de carácter asistencial (o casi), teníamos que huir de los rojos y los negros. La gama de verdes y azules era la ideal: más agradable, amable y nada agresiva. Una vez elegida la gama cromática, empezamos por buscar un color base adecuado para comunicar los valores de la fundación: el azul oscuro no saturado nos daba la seriedad y confianza que necesitábamos. Después, fue fácil, elegimos uno complementario: entre un verde manzana y un verde pistacho; este color nos daba el punto de saturación y contraste necesario. Y, finalmente, elegimos un color neutro para las tipografías: el gris piedra, discreto y cercano, era un puente ideal para unir los dos colores principales.

¿Qué has querido transmitir en el nuevo logotipo de CorAvant?

He intentado huir de los tópicos, quería conseguir crear un logotipo versátil, vivo y que resistiera el paso del tiempo, porque los buenos logotipos deben ser capaces de tener una vida larga, como mínimo diez años. Era esencial plasmar la personalidad y el concepto de la fundación. Quería que, de un vistazo, todo el mundo fuese capaz de identificar o percibir de qué se trata. La mancha oscura de color azul grisáceo en forma de corazón nos muestra el concepto fundamental en torno al cual gira la fundación. La mancha pequeña de color verde transmite esperanza, vida, pureza, salud: la ayuda y el apoyo que necesita el enfermo y que ofrece la Fundación CorAvant.

Si ponemos uno al lado del otro, son muy armónicos, y nos da la impresión de que no sólo es por los colores. Juntos expresan muy bien que la asociación y la fundación tienen vínculos. ¿Te inspiraste en el logotipo de AACIC para crear el de CorAvant?

Claro. Desde el comienzo del encargo sabíamos que los dos logotipos debían convivir juntos. Por ello, creímos imprescindible que la gama cromática fuera la misma, pero, por otra parte, era necesario que cada logotipo tuviera suficiente personalidad propia por separado para funcionar a la perfección con independencia del otro. Y, la verdad es que sí que nos ayudó mucho el logotipo anterior. El trabajo estaba bien hecho, ahora sólo habíamos de darle una última vuelta para hacer un reestyling correcto, es decir, conservar todos los rasgos identificativos del logotipo antiguo, pero, a la vez, conseguir un equilibrio individual y global. Estamos muy contentos con el resultado.

¡También lo estamos nosotros, de contentos!