El cuerpo del conejo está lleno de ropa esponjosa; en las piernas, brazos y orejas tiene unos bordados (líneas y puntos) que si el niño o la niña pasa la mano por encima, le ayudarán a tranquilizarse y relajarse. En medio del cuerpo está el corazón resaltado de color verde y está remendado para poder identificar que es el órgano del cuerpo que está dañado.
Con Bateguet, los niños y las niñas podrán identificar y gestionar sus emociones: compartir la alegría, el placer, proyectar deseos, transformar miedos, sentirse acompañados…