Actualidad y experiencias

Un encuentro muy emotivo en Lleida

El sábado por la tarde, el Espai Orfeó de Lleida se llenó de emociones con la jornada “Las cicatrices que nos dan la vida”.

La tarde del sábado 28 de octubre empezó con el encuentro de personas con cardiopatía congénita. Más de una veintena de padres y madres acompañados de sus hijos e hijas, jóvenes y adultos asistieron donde, después de una pequeña presentación de cada uno/a de los miembros del grupo, participaron en una dinámica por grupos de 4 o 5 personas en la cual tenían que decir el problema más importante con que se encontraban en la zona de Lleida. Todos los grupos coincidieron con la carencia de atención médica en el territorio y en que les gustaría conocer más personas con cardiopatía congénita y hacer cosas juntos. Una vez establecida la situación en Lleida, los padres, madres, jóvenes y adultos que participaron en el encuentro pidieron a AACIC que hiciera incidencia política en el territorio para conseguir atención hospitalaria con expertos en cardiología congénita y así evitar los traslados a Barcelona para recibir este tipo de atención. Desde la Asociación también les animamos a participar en los espacios virtuales para jóvenes y adultos y para padres y madres, unos espacios de encuentro donde compartir experiencias y vivencias relacionadas con la cardiopatía congénita y el día a día.

A continuación, en el punto de las 6 de la tarde, tuvo lugar la mesa redonda conducida por el periodista Francesc de Dios, que contó con la intervención de Rosa Querol, miembro de ADIMA (Asociación de mujeres intervenidas de mama); Màrio Olivan, voluntario ostomizado; Emili Garrofé, presidente de CRVL (Centro de Rehabilitación de la Voz de Lleida); Ignacio Gracia, vicepresidente de la Fundación Renal Jaume Arno de Lleida); y Sara Caelles, representante de la junta de la AACIC en Lleida y chica con cardiopatía congénita. Todas ellas y ellos debatieron sobre el impacto de las cicatrices y qué se aprende de ellas rodeados de un clima muy emotivo y muy cercano.

Las intervenciones despertaron mucho interés por todo el público asistente y poco a poco la sala se fue llenando hasta llegar a unas sesenta personas.

Al final de la mesa redonda, la coordinadora de la Federació d’Entitats per la Salut de Lleida (FESALUT), Xesca Férriz, comentó que nunca se había hablado de este tema a la ciudad y que querría repetir este tipo de mesa redonda en otros ambientes.

A continuación se dio paso a la inauguración de la exposición de fotografías “Wabi Sabi, la belleza de la imperfección” de la artista leridana Sara Caelles. Ella nos explica su exposición así:

Como remarca la tradición del Wabi-Sabi, el mundo occidental está muy obstinado en un concepto de belleza centrado únicamente en el ideal de la eterna juventud. Este hecho, más los modelos que salen en los medios de comunicación, hacen que en especial el sector femenino de nuestra sociedad sienta una presión más exagerada en el momento de tratar su cuerpo. Por este motivo, y después de hablar con diferentes personas con cicatrices, las mujeres acabaron siendo el punto central del proyecto, pues son las primeras a sentirse rechazadas por la sociedad, pero sobre todo por ellas mismas, porque creen que desde aquel momento (el momento en el cual tienen una cicatriz) ya no se ajustan a los ideales preconcebidos y, por lo tanto, las lleva hacia un sentimiento de inferioridad del cual la tradición japonesa discrepa.

  • El primero que me llamó la atención de Alba, el día que la pude fotografiar, no fue la marca en su piel por el trasplante de riñón, sino la facilidad que tenía de estar bonita y risueña, incluso teniendo mucha vergüenza.
  • Las fotografías con Meritxell me dieron a entender que la feminidad no reside únicamente en los pechos y, por lo tanto, no desaparece una vez los han extirpado. La feminidad está en la valentía con la cual afrontas los retos.
  • Magda me mostró, de manera muy dulce, que su nuevo corazón le ha dado una nueva visión de la vida, pero no por el hecho de ser trasplantada de corazón, sino por los cambios físicos que repercuten.
  • ¿Y no hay mujer más bonita, y cicatriz más clara de belleza y vida, que la de una cesárea? Sin lugar a dudas sé que Sònia, a pesar de tener sus miedos y vergüenzas, acabó mostrando la belleza y amor que irradia el primer golpe que conversas con ella.
  • Sara: siempre he tenido miedo de mostrar mis cicatrices, pero fotografiarlas me abrió un mundo que aún ahora me sorprende.
  • Y a pesar de no parecerlo, porque únicamente en observarla ves a una mujer preciosa, Maria tiene en su delicada piel la marca de ser intervenida de tiroides.
  • Irene es muy decidida en todo lo que hace, pero mostrar su cicatriz de apéndice me dio una visión de ella más tranquila, la cual desconocía.
  • Como también Magda, Sara e Ingrid, Gemma nació con una cardiopatía congénita y con dos años fue intervenida de forma reparadora. Y sus ganas de vivir la trajeron a olvidarse, a veces, de la marca que tiene.
  • La sonrisa de Bruna hace que no veas la marca de cáncer de pecho y esta sonrisa me ayudó a entender cuál era la visión que quería mostrar en todas las fotografías que haría a partir de entonces.
  • Y la última fotografía de la exposición es también la última imagen que he capturado hasta ahora. Sin lugar a dudas es una fotografía realizada a una mujer increíble, como Ingrid. La cual me ha mostrado que una cardiopatía congénita el que te da es realismo y ganas de disfrutar y realizar las cosas desde el fondo del corazón.

Para clausurar el acto, las protagonistas de la exposición que pudieron asistir en el acto levantaron sus copas para hacer un brindis con todas las personas que había en la sala del Espai Orfeó de Lleida.

 

Fecha evento

Inicio: 28 octubre, 2017

Lugar: