Actualidad y experiencias

En el Espacio virtual para padres y madres con hijos e hijas con cardiopatía congénita hablamos del coronavirus y la situación difícil e incierta que vivimos

El lunes 23 de marzo, siete madres y cuatro padres participaron en el Espacio.

Bajo la coordinación de la Rosana Moyano, psicóloga de la Asociación de Cardiopatías Congénitas (AACIC), dedicamos la sesión a hablar de la crisis del coronavirus y la situación especialmente difícil e incierta que estamos viviendo y a la que nunca nos habíamos afrontado. Hablamos de cómo afrontamos esta nueva situación, qué explicamos a nuestros hijos e hijas, de qué manera nos está afectando y qué estamos aprendiendo de todo esto.

Las once personas que participaron en el Espacio comentaron que están tranquilas, resignadas y con el chip puesto en tener cura de la salud de sus hijos e hijas y también de ellas mismas. Algunas están preocupadas por cómo afectará esta situación en su vida laboral.

No es una situación fácil para nadie, pero sobre todo los padres y madres de niños y niñas más pequeños, que todavía necesitan mucha cura de sus progenitores, que reclaman su atención para jugar, entretenerse… son los que sufren más carga y cansancio. No es fácil estar por los hijos e hijas y a la vez estar por el trabajo que muchos hacen virtualmente. La carga de trabajo por algunos se ha incrementado, pero, en cambio, a casa no tienen el apoyo que tenían antes o la tranquilidad que la cura de sus hijos e hijas la hacían otras personas, abuelos y abuelas, o en la guardería. Y esto les supone una carga difícil. También porqué se tienen que compartir espacios pequeños con poca posibilidad de movimiento y esto genera algunas tensiones. A pesar de todo, muchos ya lo han aceptado y lo están viviendo con cierta calma.

Para los padres y madres de niños y niñas en edad escolar, las cosas son algo más fáciles. Los niños y niñas están relajados y tranquilos e, incluso, contentos de estar en casa. Desde las escuelas envían trabajos y deberes por hacer, pero sin presión ni tanta carga lectiva como la escuela normal, con lo cual tienen bastante tiempo libre. Ya pueden jugar solos y quizás sí que los padres y madres reconocen que se han hecho más flexibles respecto a dejarlos «ir más a la suya», que hagan un poco lo que les apetezca hacer, sin presionarlos porque entienden que para ellos y ellas también es una situación anómala y difícil.

Y los padres y madres de niños y niñas más grandes, reconocen que «ya van solos», hacen trabajos de la escuela, se entretienen con sus hobbies, contactan con sus amigos y amigas a través de las redes sociales… Lo ven como unos momentos de compartir más, pasar más ratos juntos, jugar juntos…

Otro de los temas que tratamos fue el de la información. Los padres y madres que participaron en el Espacio comentan que están bastante saturados, que al inicio de la crisis buscaban información, pero que ahora ya la dosifican y seleccionan aquella que les puede aportar algo novedoso.

Respecto a la información que piden los hijos e hijas, muchos ya habían recibido información en la escuela, se les había preparado para esto y en casa en algún momento se han interesado para saber qué tenían que hacer, cómo ser cuidadosos con la higiene… pero no se han planteado miedos para su salud, ni angustias por la dolencia, seguramente porque, como dicen, no tienen ninguna persona afectada directamente que esté enferma o que haya muerto. Los niños y niñas lo ven por la televisión, pero no lo viven directamente.

El hecho que sus hijos e hijas tengan una cardiopatía congénita les hace estar más vigilantes, más preocupados y ponen más atención en las medidas de higiene de toda la familia. Algunos de los niños y niñas tenían visitas programadas o, incluso, algún tratamiento que ha quedado aplazado, sin fecha, y esto genera angustia y malestar. Algunos padres y madres han contactado directamente con su cardiólogo de referencia para consultar sobre el tema.

Para terminar, en el Espacio planteamos la pregunta: ¿qué piensan que podemos aprender de esta situación? En el ámbito social pensamos que una vez pase volveremos a ser una sociedad preocupada por el consumo y haremos lo que hacíamos hasta ahora, que no cambiará mucho nuestra vida, salvo la de aquellos que lo han vivido en primera persona. También será preocupante por los que tienen una situación laboral compleja que se puede ver afectada y eso sí que preocupa más. En el ámbito personal, algunos padres y madres reconocen que les ha hecho parar y reflexionar sobre los valores que tenemos, las prisas, y el sentido de muchas cosas que nos pasan.

En el Espacio virtual para padres y madres con hijos e hijas con cardiopatía congénita nos encontramos cada cuarto lunes de mes de 20.30 a 22 horas.

Fecha evento

Inicio: 23 marzo, 2020

Lugar: